Add parallel Print Page Options

Sin embargo, a pesar de haberse enterado de que Lázaro estaba enfermo, continuó en aquel lugar otro par de días. Pasado este tiempo, dijo a sus discípulos:

— Vamos otra vez a Judea.

Los discípulos exclamaron:

— Maestro, hace bien poco que los judíos intentaron apedrearte; ¿cómo es posible que quieras volver allá?

Read full chapter